Los logotipos, en esencia, son la carta de presentación para nuestra marca; estos pueden definir en tan solo unos segundos el tono y la estética de nuestra empresa, además de brindar un reconocimiento frente a su competencia.

Una vez que tengamos listo nuestro logotipo podremos comenzar a emplearlo en diferentes formatos y aplicaciones gráficas, sin embargo, hay que tener en cuenta la importancia de hacerlo cuidando su uso correcto ya que esto será una parte integral para construir un branding coherente y aprovechar al máximo su potencial.

A continuación, mencionaremos algunos lineamientos y reglas básicas que nos ayudarán a aplicar nuestra marca apropiadamente:

1. Utilizar nuestro manual de identidad corporativa

Toda identidad necesita su manual de identidad o imagen corporativa; este es un documento que contiene las diferentes guías respecto a el uso de nuestra marca y generalmente, este se realiza y entrega por los creadores de la misma.

Revisar y adoptar cada indicación dentro de este manual nos garantizará que la presencia de nuestro logotipo se mantenga fiel a la visión que buscamos para nuestra empresa.

En caso de que no cuentes con el manual de identidad, siempre puedes seguir las siguientes reglas básicas que se aplican al uso de prácticamente cualquier logotipo.

2. Área de protección y retícula

Para proteger la integridad del logotipo y conseguir el máximo reconocimiento del mismo, es importante que otros gráficos no invadan el espacio cercano a nuestra marca.

Este espacio de seguridad se define utilizando como medida “X” algún elemento gráfico de referencia obtenido de nuestro propio símbolo o logotipo, cabe recalcar que esta área es el espacio mínimo para dejar que nuestra marca “respire” conforme al resto de los gráficos que los rodean, el espacio máximo o deseable será definido por el diseño.

3. Escala

Adaptar nuestro logotipo a diferentes tamaños es algo que, indudablemente, estaremos haciendo ya sea para medios digitales o impresos.

Un aspecto básico al momento de redimensionar un logotipo es cuidar que debemos mantener la proporción establecida en todas sus medidas, sin deformar ningún elemento que lo conforme.

4. Tamaño mínimo de reproducción

Como continuación al punto anterior, otro aspecto importante a considerar cuando escalamos nuestro logotipo es cuidar su legibilidad, especialmente en tamaños pequeños. Es por ello que, dentro de nuestro manual de identidad, podemos encontrar indicadas las medidas mínimas que se pueden utilizar en diferentes medios que van desde pantallas hasta impresos.

Seguir estas dimensiones nos permitirá asegurar que cualquier persona podrá identificar nuestra marca de forma correcta y clara.

5. Color y tipografía

La paleta de colores corporativos, así como las tipografías, forman parte de la identidad visual de nuestra marca y siempre se deben respetar para generar coherencia y profesionalismo en lo que se comunicara.

Tanto las fuentes tipográficas como los colores son definidos de acuerdo a lo que buscamos representar como empresa por lo que no se deben modificar.

Los tonos de colores en específico pueden ser un poco más complicados de mantener uniformes ya que estos varían con respecto al medio en que los estemos utilizando; existen dos sistemas de colores principales, el CMYK que es específico para medios impresos mientras que el RGB es para pantallas digitales. Adicionales a estos también podemos encontrar el sistema hexadecimal HEX que nos sirve para definir colores en entornos de programación y el Pantone que es una guía de “tintas planas” que se utilizan cuando buscamos imprimir un “color directo”.

Contar con las referencias o códigos exactos de cada color nos ayudará a conservar los tonos precisos sin importar el medio en el que se utilice.

6. Fondos

El uso de nuestro logotipo no siempre estará limitado a colocarse sobre superficies de un blanco o negro sólido, en muchas ocasiones tendremos la necesidad de usarlo con fondos de color o incluso sobre imágenes.

Es necesario determinar cuáles son los ajustes adecuados que nos ayudaran a que el logo tenga un buen contraste entre cualquier tipo de fondo, para esto lo ideal es que aprovechemos las distintas variaciones de color que se nos entregan o que ya han sido previamente establecidas y aprobadas por el equipo creativo que ha llevado a cabo nuestra identidad o diseño de logotipo.

7. Variaciones de logotipo

Una propiedad importante en nuestro logotipo es la versatilidad, ya sea para colocarlo en distintos fondos como lo mencionamos en el punto anterior, como para que se pueda adaptar a distintos espacios o planos.

Por variaciones de logotipo hacemos referencia a las distintas composiciones que se pueden crear respetando los elementos de la versión original. Existen tres variaciones básicas al momento de contar con una marca que se conforma de un logotipo e isotipo; la versión con una disposición de elementos vertical, la versión con una disposición de elementos horizontal y la versión secundaria (o alternativa) que busca simplificar nuestro identificador gráfico a su mínima expresión, este nos funciona principalmente para adecuarlo a espacios donde queda limitado nuestro tamaño mínimo de reproducción.

8. Cambios en elementos y uso de efectos

Respetar los elementos y la estructura de las diferentes variantes de nuestro logotipo nos permitirá que este sea memorable en la mente de nuestros clientes, cambiar o eliminar partes indispensables podría crear confusión sobre todo para las personas que aún no se encuentran familiarizadas con nuestra marca.

En cuanto a los efectos gráficos, estos podemos encontrarlos comúnmente aplicados a imágenes, sin embargo, en los logotipos pueden llegar a perjudicar la notoriedad de la marca o a crear una distracción, por esto es recomendable evitar o moderarse con su uso.

Conclusión

Hemos abordado tan solo algunos aspectos que, aunque pueden parecer sencillos, son básicos para que nuestro logotipo luzca bien y cumpla con su funcionalidad. Recuerda que seguir con los lineamientos establecidos en tu manual de identidad corporativa es la manera más fácil y adecuada de emplear tu marca donde sea que la necesites, en caso de que no lo tengas; siempre puedes cerciorarte con tu diseñador sobre sus recomendaciones.

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Licenciada en diseño para la comunicación gráfica. Consumidora, creadora y fanática de lo visual; fotografía, cine, arte y artesanía. Seguidora de la mitología amarilla.